Diabolik

  • Dirección: Antonio Manetti, Marco Manetti
  • Guion: Michelangelo La Neve, Antonio Manetti, Marco Manetti. (Cómic: Angela Giussani, Luciana Giussani)
  • Intérpretes: Luca Marinelli, Miriam Leone, Valerio Mastandrea, Claudia Gerini
  • Género: Thriller
  • País: Italia
  • 133 minutos
  • Estreno el 14 de octubre

«Adaptación cinematográfica de las aventuras del personaje creado por Angela y Luciana Giussani en los años 60. Diabolik es un ladrón con miles de disfraces y con miles de trucos. Gracias a sus especiales máscaras de plástico, es como una especie de camaleón capaz de mimetizarse a su gusto y escapar de los adversarios hasta en situaciones muy peligrosas.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Guste o no, la predominancia global de las películas superheroicas estadounidenses que vivimos desde hace ya casi quince años ha servido para impulsar en otras cinematografías fenómenos hasta cierto punto similares y, de paso, para la reivindicación local de los cómics donde nacieron los superhéroes y otros muchos personajes.

Italia es una de las grandes potencias artísticas e industriales del medio, aunque el cómic italiano o fumetto haya perdido posiciones a lo largo del siglo XXI y las cabeceras de su etapa dorada (1945-1990) tengan una representación un tanto marginal en los mercados internacionales del cómic.

En cualquier caso, la cultura del fumetto está muy arraigada aún hoy en Italia, como ponen de manifiesto doscientas cincuenta editoriales en activo que publican anualmente 28.000 títulos, y más de setenta eventos repartidos por todo el país donde académicos y aficionados tienen la oportunidad de compartir su pasión lectora e intercambiar valoraciones sobre el pasado, el presente y el futuro del cómic.

El cine italiano participa desde hace un tiempo de esta renovada puesta en valor del fumetto. Aunque han existido directores devotos del cómic tan célebres como Federico Fellini y Sergio Leone, la influencia de las viñetas en sus planos ha sido colateral; cómic y cine italiano han mantenido a lo largo del siglo XX una relación fluctuante y de escaso provecho creativo para uno y otro medio. Es a partir de L’ultimo terrestre (2011), basada en un cómic de Giacomo Monti, cuando cabe hablar de algo parecido a un ciclo de adaptaciones que integran también La profezia dell’armadillo (2018), 5 es el número perfecto (2019), La tierra de los hijos (2021) y dos de las mayores apuestas por el multimedia de la veterana Sergio Bonelli Editore —artífice del formato de cómic más popular en Italia, el bonelliano—: Monolith (2016) y Dampyr (2022).

Diabolik forma parte de este risorgimento transversal a uno y otro medio. De hecho, es el título que mejor acogida ha tenido de todos los citados: once nominaciones a los premios de la Academia del Cine Italiano y una recaudación superior a los tres millones de euros. La primera secuela del filme, Diabolik: Ginko all’attacco!, se estrena este próximo mes de noviembre y la segunda, Diabolik chi sei?, a finales de 2023…

Los guionistas y directores de Diabolik, los hermanos Marco y Antonio Manetti, han hecho confluir en la película todo lo aprendido durante dos décadas al frente de videoclips, series televisivas y artefactos cinematográficos tan heterodoxos como Zora la vampira (2000) —basada asimismo en un cómic— y la comedia musical Amor y mafia(2017), poco conocida en nuestro país pero ganadora del David di Donatello a la mejor película.

Sin embargo, no es fácil entrar en su adaptación de Diabolik. La mirada de los hermanos Manetti sobre el enmascarado creado en 1962 por otras dos hermanas, Angela y Luciana Giussani, un villano implacable que bebe a partes iguales del Fantômas literario y fílmico y el desarrollismo tecnofetichista que aquel mismo 1962 legitimaba a James Bond, es un ejercicio de extrañamiento y lisergia.

Lejos del espíritu pop que animó la versión del cómic adulto de las hermanas Giussani dirigida en 1968 por Mario Bava, y de la relectura hip hop que ellos mismos hicieron del fumetto sobre la vampira Zora, esta Diabolik hace gala de un ritmo pausado y una estilización extrema que acaba por hacer de las peripecias pulp del personaje en la ciudad imaginaria de Clerville una suerte de Visconti para las masas.

Cuando el espectador se acostumbra a esa plasmación sofisticada de los audaces robos que comete Diabolik (Luca Marinelli), sus enfrentamientos sin cuartel con el inspector Ginko (Valerio Mastandrea) y su pulso romántico con la rica heredera Eva Kant (Miriam Leone, todo un descubrimiento), la película resulta ser una delicia y, sobre todo, una rara avis en el panorama actual de las adaptaciones de cómic.

Diabolik no renuncia a los numerosos aspectos turbios de la obra original ni a sus trazos habitualmente ásperos, los sublima con una elegancia teñida de matices decadentistas y neogóticos en los que juega un rol esencial la fotografía de Francesca Amitrano. Posiblemente existan muchas otras formas de adaptar un cómic tan especial, pero el irrealismo aplicado a las imágenes por los hermanos Manetti nos parece difícil de mejorar. Ardemos en ganas de ver las continuaciones.

  • Fotografía: Francesca Amitrano
  • Montaje: Federico Maria Maneschi
  • Música: Aldo De Scalzi, Pivio
  • Distribuidora: Flins y Piniculas