Pasajero oculto
Pasajero oculto (Shadow in the cloud)
- Dirección: Roseanne Liang
- Guion: Roseanne Liang & Max Landis
- Intérpretes: Chloë Grace Moretz, Nick Robinson, Callan Mulvey, Taylor John Smith
- Género: Fantástico, acción
- 83 minutos
- Disponible en Movistar+ y Filmin
La Capitana Maude Gardner, es una piloto de la Segunda Guerra Mundial capaz de cruzar los vuelos en un B-17, una auténtica fortaleza voladora de enorme tamaño. La militar es encomendada con llevar unos documentos totalmente secretos en un B-17, pero el viaje no será fácil cuando se tenga que enfrentar a una serie de presencias malignas que habitan en el avión.
Por Pablo Conde
Apenas empieza una de las mayores experiencias adrenalínicas de los últimos años, queda claro: esta película va de gremlins, pero lejos de Gizmo y más cerca de los límites de la realidad, como sugiere la intro con un corto animado à la Private Snafu, ese que unió a Frank Capra, Dr. Seuss, Chuck Jones y Mel Blanc.
En plena Segunda Guerra Mundial, la joven oficial Maude Garrett (insuperable Chloë Grace Moretz) llega con una carga delicada y altamente secreta a un avión de guerra a punto de despegar. En sus manos, un salvoconducto para viajar de Auckland a Samoa. El capitán se queja, pero le permite abordar, mandándola a la torreta del bombardero para el despegue. Desde allí, Garrett padecerá el machismo extremo de la tripulación al ser fustigada a través de sus auriculares, problema menor al ver con sus propios ojos que el avión tiene un polizonte no humano con las peores intenciones.

Garrett es la heredera de Ripley, Sarah Connor o Beatrix Kiddo.
Reescribiendo fuertemente un ingenioso guion del polémico Max Landis, la neozelandesa Roseanne Liang amplía su campo de acción tras la cámara para hacer de Garrett la heredera de Ripley, Sarah Connor o Beatrix Kiddo: mientras la tripulación debate si están ante Annie Oakley, Mata Hari o la esposa de Hitler, vemos que es la respuesta directa a John McClane, en una «jungla de cristal» aérea en la que no habrá Yippee-ki-yays, pero sí la suficiente cantidad de one liners y expresiones para el recuerdo, aditamentos necesarios para terminar de imprimirle a la película un halo ochentero altamente adictivo, entre misterios y vueltas de tuerca. ¿Qué es exagerada? ¡Pero, claro! El que busque realismo por aquí necesita un GPS nuevo, ya que la clave de la película reside en hacer de la exageración el mascarón de proa de un tercer acto que deja sin aliento, con situaciones extremas que obligan al aplauso por descabelladas, ocurrentes y salvajes, mientras vamos de una banda sonora muy carpenteriana a la ametralladora rítmica de Tenen Non Neu, de Duchess Says o la inmortal Hounds of Love, de Kate Bush.
¿Que necesitan un empujoncito más para decidirse a ver este estreno que debería haber ido a salas por que qué mejor película para las palomitas de maíz y el vitoreo a oscuras? Pues Do No Harm, el cortometraje previo de Liang se puede aplaudir en Vimeo y anticipa por dónde van estos tiros.
Los mundos, tanto el ficticio como el real, necesitan más heroínas como la oficial Garrett, pero, por sobre todas las cosas, necesitan más heroínas como Roseanne Liang.
- Fotografía: Kit Fraser
- Montaje: Tom Eagles
- Música: Mahuia Bridgman-Cooper
- Premios: Premio Especial del público ‘Midnight Madness’ del Festival de Toronto 2020