Amateur

  • V.O.: The Amateur
  • Dirección: James Hawes
  • Guion: Ken Nolan, Gary Spinelli (Novela: Robert Littell)
  • Intérpretes: Rami Malek, Laurence Fishburne, Rachel Brosnahan, Caitriona Balfe, Jon Bernthal, Michael Stuhlbarg…
  • País: EEUU
  • Género: Thriller
  • 123 minutos
  • Ya en cines

  • «Charlie Heller es un brillante pero introvertido decodificador de la CIA que trabaja en una oficina en el sótano de la sede de Langley. Su vida cambia radicalmente cuando su esposa muere en un ataque terrorista en Londres. Cuando sus supervisores se niegan a tomar cartas en el asunto, toma las riendas y se embarca en un peligroso viaje por todo el mundo para localizar a los responsables. Su inteligencia será el arma definitiva para escapar y llevar a cabo su venganza. »

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Van a coincidir en la cartelera dos películas centradas en espías sin principios que operan en un mundo sin ideales: Confidencial (Black Bag) (2025), cuyo estreno está previsto el 16 de abril, y Amateur, que ve la luz esta semana. Como es habitual en el cine de Steven Soderbergh, Confidencial (Black Bag) tira de lucidez —algunos dirán cinismo— a la hora de retratar a un grupo de agentes del servicio secreto británico más preocupados por lo que toca a sus relaciones sentimentales que por una filtración de extrema gravedad para la seguridad de su país; Amateur, en cambio, prefiere jugar la baza del (pos)heroísmo: su protagonista, Charlie Heller (Rami Malek), que desencripta información sensible para la CIA, desempeña esta labor sin conciencia política de ningún tipo, y solo cuando su pareja fallece en circunstancias tan trágicas como extrañas se plantea poner en jaque a las instituciones.

Amateur es una película de productores; entre ellos, el actor Rami Malek, que desde el Oscar obtenido por Bohemian Rhapsody (2018) no ha logrado encarnar ningún papel de importancia, más allá de su presencia en Sin tiempo para morir (2021). Amateur es un intento de (re)posicionar a Malek de cara a la audiencia, a partir de una intriga literaria del autor de best-sellers Robert Littell ya adaptada al cine en 1981 y con potencial para el desarrollo de una franquicia de acción y espionaje dirigida a un público adulto.

Si Malek había interpretado en Sin tiempo para morir a uno de los villanos más perturbadores del universo 007, su personaje en Amateur hace algo si cabe más subversivo frente al arquetipo del superagente invencible personificado por James Bond. Siguiendo la estela de Harry Palmer y sus muchos epígonos, Charlie Heller está lejos de ser un operativo de campo, diestro en la seducción y el combate cuerpo a cuerpo y fiel a las directrices de sus superiores. Los guionistas Ken Nolan y Gary Spinelli juegan con el rostro y los tics peculiares de Malek y las características de su rol más destacado —el hacker Elliot Alderson de la serie Mr. Robot (2015-19)— para hacer de Heller un nerd pegado a la pantalla de su ordenador en los sótanos de la sede central de la CIA; un tipo inseguro y neurótico que ha de vencer todo tipo de escrúpulos para poner en tela de juicio la versión oficial sobre la muerte de su esposa y arriesgar su estatus y su libertad a fin de descubrir la verdad sobre lo ocurrido.


Aunque, como hemos señalado, las vertientes políticas brillan por su ausencia en Amateur, el viaje de Heller desde la seguridad que procura observar la realidad desde un monitor hasta la intemperie literal y metafórica del juego sucio y la violencia física tiene su interés. Heller no adopta los modos agresivos de un Bond, sino que reinventa sus capacidades analíticas para hacerse valer en una partida donde tiene en principio todas las de perder. En este aspecto, así como en lo referido a la lógica que preside los constantes movimientos del personaje por diversos escenarios del mundo —entre ellos, Madrid— en busca de los responsables del asesinato de su pareja mientras le siguen de cerca las autoridades, Amateur es sólida y hasta elegante.

Pero dichas cualidades acaban por jugarle una mala pasada a la película. El realizador James Hawes, curtido en innumerables series televisivas de prestigio, pone de manifiesto el mismo simulacro de saber estar que en El alienista (2018) o Slow Horses (2022), sustentado en un rígido formato panorámico que prima el peso de los espacios mediante el recurso a la línea horizontal y las tonalidades índigo y gris cobalto —debidas al director de fotografía Martin Ruhe, colaborador recurrente de Anton Corbijn—; una estrategia útil, junto a planos tan espectaculares como el de la llegada de Heller a Marsella, para brindar empaque visual a Amateur y distinguirla del thriller medio para servicios de streaming resuelto en plano medio frente a cromas digitales emplastados en color mierda.

La dignidad al servicio de Rami Malek que preside la planificación y el montaje constituye sin embargo un lastre para que respire la intriga. En Amateur suceden muchas cosas, sus dos horas largas de metraje están regadas de luchas cuerpo a cuerpo, automóviles ametrallados y piscinas y retretes que saltan por los aires. Pero se echan en falta el brío aplicado por Paul Greengrass y Christopher Rouse a la saga Bourne o, sin ir más lejos, la inquietud sutil que Steven Soderbergh aporta a las imágenes de Confidencial (Black Bag) con un mero travelling de seguimiento a un personaje o el desequilibrio entre puntos de vista en una conversación de dormitorio.

Ya hemos comentado en alguna ocasión que las películas adscritas a un género tienen valor por su eficacia y originalidad a la hora de codificarlo en el ámbito de la ficción, pero también —y quizá sobre todo— por el potencial de sus formas para apelarnos como espectadores, para ser agentes y no únicamente instrumentos de las claves que articulan el género en cuestión. Como escribió Vladimir Nabokov a propósito de la dramaturgia de Shakespeare, «It is the metaphor that is the thing, not the play». Es decir, un thriller trasciende lo coyuntural, la medianía, cuando despierta nuestra expectación ante su despliegue calculado del suspense y, al mismo tiempo, nuestra curiosidad ante el interrogante estilístico, el misterio inefable que se deduce de una determinada toma de cámara, la ubicación de ciertos objetos en un encuadre, la disposición de una sombra o la sintonía entre dos rostros separados por un cambio de plano. Steven Soderbergh sabe hacerlo hasta en una propuesta menor como Confidencial (Black Bag) y James Hawes se revela incapaz de ello en una película con pretensiones como Amateur.

  • Montaje: Jonathan Amos
  • Fotografía: Martin Ruhe
  • Música: Volker Bertelmann
  • Distribuidora: 20th Century Studios