Cazafantasmas: Más allá

(Ghostbusters: Afterlife)

  • Director: Jason Reitman
  • Guion: Jason Reitman, Gil Kenan
  • Intérpretes: Carrie Coon, Paul Rudd, Finn Wolfhard, Mckenna Grace, Logan Kim, Celeste O’Connor, Bill Murray, Dan Aykroyd
  • Género: Fantástico
  • País: EEUU
  • 124 minutos
  • Ya en salas

Una madre soltera y sus dos hijos llegan a una pequeña ciudad, descubriendo su conexión con los cazafantasmas originales y el legado secreto que dejó su abuelo tras de sí. Secuela directa de «Cazafantasmas 2».

Por Roberto Morato

En el libro Ghostbuster´s Daughter: Life with my dad, Harold Ramis, aparte de explorar la tumultuosa relación con su padre —tuvo una hija ilegítima fuera de su matrimonio con la también directora Amy Heckerling— indaga en el legado cultural de su padre a través de sus recuerdos de la infancia. La escritora recuerda preguntarle a su padre si no le molestaba que se acercase la gente a preguntarle cosas sobre Egon sabiendo que no era real o sobre el cambio de su personaje dentro de la serie de animación y aprender una valiosa lección de las palabras de Harold; «Aunque saben que no es real, quieren acercarse lo más posible a aquello que les hace soñar. Mientras pueda ser un ejemplo para todos aquellos niños que son ridiculizados por no encajar en un molde, sean judíos o simplemente les guste la ciencia, todo lo demás es secundario. Superman también fue otro actor cuando yo era un niño y tanto tú como yo, hemos soñado con salir volando por la ventana».

Sobre esta curiosa perspectiva y sobre la idea del legado parece jugar Cazafantasmas: Más allá. Dirigida por Jason Reitman, quién también acarrea bajo sus hombros una particular relación con su padre, Ivan Reitman, director de la película original, este nuevo relanzamiento de la serie incide sobre estas circunstancias, sobre el influjo de la película original y la pérdida de la figura de Harold Ramis. Si Bill Murray era el verso libre y la comedia, Dan Aykroid lo sobrenatural y fantástico, Ernie Hudson, la racionalidad, Harold Ramis siempre fue el corazón de la franquicia. La extravagancia de lo diferente y lo único hecho carisma. Sobre esa idea de relevo generacional de lo diferente gira en torno la película, con una extraordinaria McKenna Grace, canalizando a su mejor versión de Egon Spengler. Reitman y su guionista, Gil Kenan, juegan precisamente con la idea de la generación siguiente dispuesta a mejorar el mundo que han dejado adultos rotos por su incapacidad emocional de sanar y trasladan la acción del epicentro urbano —Nueva York siempre ha sido el gran protagonista de la saga— a una particular América vaciada precisamente para ejemplificar ese mundo derribado y en ruinas emocionales y económicas que nos han dejado aquellos que nos precedieron. 

Reitman continúa su obsesión por analizar unos Estados Unidos desnortados, donde pasado y presente se entremezclan, sin un rumbo claro y donde la nostalgia es mezclada con la crítica y la melancolía. Reitman, que no olvidemos, es canadiense, sigue enamorado de una idea de América y de su cine que posiblemente únicamente exista en su cabeza, su evocación del cine fantástico y familiar de la década de los 80, unido a unos paisajes más propios de Norman Rockwell que de un lugar real, es tan impostada como ilusoria.

Sin embargo acierta al romper el ciclo del eterno reciclaje cultural; puede que los niños del presente tengan que utilizar los cachivaches usados de la generación anterior, pero al menos que las ficciones les pertenezcan a ellos. Si bien Cazafantasmas: Más allá no puede dejar de ser una continuación espiritual de las dos primeras películas y erigirse como un juego de espejos nostálgico entre la ficción y el fandom de la saga, al menos tiene el buen gusto y la dignidad de devolver la franquicia al público infantil de donde nunca debió salir. 

  • Fotografía: Eric Steelberg
  • Montaje: Dana E. Glauberman, Nathan Orloff
  • Música: Rob Simonsen
  • Distribuidora: Sony