De amor y monstruos

De amor y monstruos
(Love and Monters)

  • Dirección: Michael Matthews
  • Guion: Brian Duffield , Matthew Robinson
  • Intérpretes: Dylan O’Brien, Michael Rooker, Ariana Greenblatt, Jessica Henwick
  • Género: Aventuras
  • País: Estados Unidos
  • 108 minutos
  • Disponible en Netflix

Un mundo post-apocalíptico. Joel Dawson es un joven que deberá luchar contra monstruos, con tal de reunirse con Aimee, su amor de la escuela secundaria. En el camino, tendrá que desafiar peligrosos animales mutantes y encontrará amistades inesperadas y también algunos enemigos.

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

En los últimos años, las distopías adolescentes han mudado de signo dramático. Tratan de sobrevivir así a la amenaza de caducidad que se cierne sobre la tendencia. La gravedad post-crisis de Los juegos del hambre (2012) o La quinta ola (2016) ha dado paso a la informalidad y la hibridación genérica que ejemplifican Espontánea (2020) y la película que ahora nos ocupa, De amor y monstruos, cuyo desarrollo se remonta de hecho a 2012. Uno y otro título combinan con suerte dispar la comedia romántica, los argumentos apocalípticos, y el espíritu cuqui y woke.

Su estética y sus efectos visuales son capaces de evocar el trabajo clásico de Ray Harryhausen, pero su fuerte, en cualquier caso, reside en el guion: acierta a expandir una premisa simple y reiterativa en un universo de aventuras, humor y fantasía de cierto carácter y complejidad

Si hemos de elegir, nosotros preferimos De amor y monstruos, road movie ubicada en un futuro próximo marcado por la extinción de la mayor parte de nuestra especie a causa de la mutación de los animales de sangre fría en criaturas de gran tamaño. Un joven atrincherado desde hace siete años en un búnker decide abandonarlo para reunirse con quien era su novia cuando sucedió la catástrofe. Ello le obligará a afrontar peligros de todo tipo y a tratar con supervivientes de la más variada condición hasta alcanzar su objetivo que, por supuesto, no es otro en el fondo que la madurez personal.

De amor y monstruos no es una película demasiado inspirada a nivel de realización, pero sí en lo que toca a su estética y sus efectos visuales, nominados al Oscar y capaces de evocar en escenas como la de la playa el trabajo clásico de Ray Harryhausen. Su fuerte, en cualquier caso, reside en el guion escrito a cuatro manos por Matthew Robinson y por Brian Duffield, implicado asimismo en la citada Espontánea y en un episodio de otra teen dystopia canónica, La serie Divergente: Insurgente (2015).

Robinson y Duffield aciertan a expandir una premisa simple y reiterativa en un universo de aventuras, humor y fantasía de cierto carácter y complejidad, hasta el punto de sorprender que su escritura sea original, que no esté basada en algún volumen de literatura young adult. Por su parte, el actor protagonista, Dylan O’Brien, se arriesga a revisar aspectos de la masculinidad heroica a los que él mismo dio cancha en otra saga fantástica juvenil intensita, El corredor del laberinto (2014); la naturaleza misma de su personaje en tanto sujeto de acción acaba por ser puesta en entredicho en De amor y monstruos por mujeres que han aprovechado el apocalipsis para dejar atrás programaciones adolescentes y construir como adultas otros horizontes de futuro.

Estos aspectos se bastan para recomendar De amor y monstruos a quien tenga claro de qué tipo de película se trata y a los interesados en las derivas del cine popular.

  • Fotografía: Lachlan Milne
  • Montaje: Debbie Berman, Nancy Richardson
  • Música: Marco Beltrami, Marcus Trumpp