JFK: Caso revisado

(JFK Revisited: Through the Looking Glass)

  • Dirección: Oliver Stone
  • Guion: a partir del libro de James DiEugenio
  • Documental
  • País: Estados Unidos
  • 115 minutos
  • Ya en salas

«Presenta archivos desclasificados relacionados con el asesinato del presidente Kennedy que intentan arrojar luz sobre lo que sucedió en 1963. »

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

No es la primera vez que Oliver Stone aporta nuevo material a JFK: Caso abierto (1991), una de sus obras maestras y sin duda la más emblemática. La ficción que protagonizó Kevin Costner en torno a la versión oficial y las alternativas sobre el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy fue objeto poco después de su estreno de un remontaje que añadió veinte minutos a su tres horas de duración, y las versiones sucesivas de la película para el mercado doméstico se han visto acompañadas por todo tipo de extras informativos.

Pero, como la miniserie JFK: Destiny Betrayed (2021) —todavía inédita en muchos países—, JFK: Caso revisado va más allá, al constituirse en documental que funciona de modo independiente a la película de 1991; incluso, como corrección a la misma cuando se ha estimado necesario, al basarse en archivos sobre el magnicidio desclasificados a lo largo de los últimos treinta años. La existencia de JFK: Destiny Betrayed y JFK: Caso revisado se basta para poner de manifiesto hasta qué punto su director, una de las figuras cinematográficas más pertinentes de las últimas cuatro décadas, es sabedor de cuál es el trabajo esencial de su vida. Es significativo que figure como entrevistado en el documental que nos ocupa en tanto autoridad sobre el affaire JFK.

Esto no implica que Stone sea el cineasta de antaño ni, como veremos, que el objeto de su interés haya sido o sea aún de modo exclusivo y excluyente el presidente asesinado en 1963. La estatura mítica de Kennedy, su condición de utopía frustrada para toda una generación, es sin duda importante para comprender la rabia antisistema del cine de Stone desde sus orígenes. Pero también debemos añadir vertientes psicológicas profundas que él mismo ha analizado en su autobiografía, Chasing the Light (2020), y que le han llevado a retratar a lo largo de su trayectoria a infinidad de modelos patriarcales atravesados en el ejercicio del poder por disyuntivas críticas entre el bien y el mal.

Esa dialéctica entre los ideales y la realpolitik, que trasciende lo social para apelar a lo metafísico, se plasmó en JFK: Caso abierto con un trabajo de montaje sin precedentes —ni sucesores— en la historia del cine popular estadounidense. Stone se abonaría en el siglo XXI a un estilo mucho más contemplativo en el marco del reportaje periodístico y el documental, y JFK: Caso revisado no es una excepción: la película procura al espectador de 2022 un retrato funcional del clima histórico en que Kennedy fue elegido presidente y asesinado, y pasa después a desglosar mediante entrevistas y una gestión sosegada de imágenes de archivo lo que considera pruebas inéditas de juego sucio en el magnicidio a partir de “dos millones de documentos y objetos” que ya están a disposición de cualquier investigador.

JFK: Caso revisado está lejos de ser un documental revolucionario. Se trata de un trabajo menor de Oliver Stone, puede que una explotación de su marca personal a partir de un guion escrito, como el de JFK: Destiny Betrayed, por James DiEugenio. Pero, bajo su carácter descriptivo y apacible, atesora una gran virtud, presente en toda la filmografía de Stone y cada vez más escasa en la esfera pública: un talante abierto a la pluralidad de sentidos. El ánimo, no de pontificar, sino de despertar la curiosidad y cuestionar lo establecido a partir del acceso a toda la información posible, la independencia de criterio y la libertad de expresión.

Resulta sintomático que en los años ochenta y noventa eso hiciera que muchos vieran a Stone como un camorrista, un pionero de la cultura mediática de la conspiración, “el máximo ejemplo del espíritu de la queja y el resentimiento” (Robert Hughes). Y que, de igual manera, cuando se supone transcurridas tres décadas que la esfera pública se encuentra en un nivel de sofisticación mucho mayor, se le tache nuevamente, a propósito de su visión comprensiva del mandatario ruso, de agente irresponsable del caos.

Un honor en última instancia para Stone. Al fin y al cabo, en JFK: Caso revisado se nos señala que “la muerte de Kennedy trajo consigo depresión y cinismo, nuestros niveles de escepticismo se incrementaron hasta el punto de poner en jaque nuestra creencia en el gobierno”. Y esa reflexión es fácil de trasladar al efecto en nuestro ánimo de las ortodoxias asfixiantes y los lugares comunes en torno al COVID o el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia que vivimos en la actualidad. Cuando Stone se preguntaba en JFK: Caso abierto, cuando se pregunta en JFK: Caso revisado, quién mató a Kennedy, no ha sido tanto para hallar una respuesta como para legitimar el derecho básico y fundamental a hacerse esa pregunta. Con respecto al asesinato de Kennedy, y con respecto a cualquier otro tema.

  • Fotografía: Robert Richardson
  • Montaje: Brian Berdan, Kurt Mattila, Richard B. Molina
  • Música: Jeff Beal
  • Distribuidora: A Contracorriente