Los reyes del mundo

  • V.O.: Los reyes del mundo
  • Dirección: Laura Mora
  • Guion: Maria Camila Arias, Laura Mora Ortega
  • Intérpretes: Carlos Andrés Castañeda, Davison Florez, Brahian Acevedo, Cristian Campaña, Cristian David Duque
  • Género: Road movie
  • País: Colombia
  • 111 minutos
  • El 17 de marzo en cines

«“Un día todos los hombres se quedaron dormidos… Y los cercos de la tierra, ardieron”. Una historia sobre la desobediencia, la amistad y la dignidad que existe en la resistencia. Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano. Cinco chicos de la calle de Medellín. Cinco reyes sin reino, sin ley, sin familia, emprenden un viaje en búsqueda de la tierra prometida. Un cuento subversivo a través de un clan salvaje y entrañable, que transita entre realidad y delirio. Un viaje hacia la nada, donde pasa todo.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Seis meses después de alzarse con la Concha de Oro en la LXX edición del Festival de San Sebastián, ve la luz en cines de nuestro país Los reyes del mundo, tercer largometraje de la directora colombiana Laura Mora. Ya hemos comentado en alguna otra ocasión que la dialéctica establecida en San Sebastián entre el cine gestado en España y el llegado desde Latinoamérica ha inclinado la balanza en los últimos años a favor del segundo. El cine español ha alcanzado un nivel de producción notable pero dentro de un marco político y formal encorsetado, de impostada clase media. El latinoamericano vacila, aún se busca a sí mismo en los conflictos interclase y de género, y el proceso ha derivado en una capacidad de riesgo y un nivel de creatividad mayores.

Los reyes del mundo lo certifica. La película puede entenderse como secuela espiritual del largo previo de Laura Mora, Matar a Jesús (2017), premiado asimismo en San Sebastián. En Matar a Jesús, la realizadora fijaba su atención en una pareja de adolescentes presa de la desorientación moral y el ambiente de violencia que se respira en las calles de Medellín. En Los reyes del mundo, Mora Ortega saca a otros adolescentes de aquella ciudad y les concede la oportunidad de desplazarse hasta la Colombia rural, con la excusa de que uno de ellos ha heredado de su abuela unas tierras que se le restituyeron tras su ocupación años atrás por guerrilleros y paramilitares.

Como podrá imaginar el lector, ese peregrinaje de los chavales al corazón de Colombia se basa en un espejismo de justicia que se dará de bruces con la cruda realidad de un cuerpo social aún más codicioso y clasista que el urbano, atravesado además por heridas de su historia reciente sin cerrar. Las reclamaciones legítimas de Rá (Carlos Andrés Castañeda) y sus cuatro amigos, casi hermanos, en torno a la hacienda heredada se interpretan desde el desprecio a su condición de inadaptados, de seres humanos en las lindes de la marginalidad, y la conciencia de poder absoluto e impune que preside las actividades de los poderes fácticos de la región.

Mora transforma la experiencia de los adolescentes en un viaje iniciático, un descenso paulatino a los infiernos en el que la sensación de libertad que sigue a la marcha de Medellín da paso una sensación creciente de peligro, de claustrofobia en espacios abiertos, pese a los lugareños de buenas intenciones que también salen al encuentro del grupo; personajes que permiten a la directora trazar un panorama humano complejo, nada demagógico, que incluye la aparición entre los protagonistas de disensiones que ponen en grave peligro su amistad.

Los reyes del mundo tiene por supuesto una faceta semidocumental, social, insoslayable; pero presenta otra intemporal, vinculada a lo arquetípico, que nos recuerda la naturaleza intrínseca del viaje como descubrimiento de uno mismo y el mundo que nos rodea. Laura Mora y su director de fotografía, David Gallego —que ya había practicado algo similar en Pájaros de verano (Cristina Gallego y Ciro Guerra, 2018)—, abogan por una puesta en escena épica, tumultuosa y de un esteticismo sombrío, que da lugar a escenas brillantes: el desplazamiento exultante de los chicos por carretera empleando sus bicicletas y camiones de transporte, o ese largo plano que nos muestra el estado desolador de la vivienda de una pareja a la que los jóvenes consultan una duda del trayecto.

Este sentido arquetípico del relato abarca el recurso a modelos que Mora gestiona con inteligencia, puesto que añaden espesor a las imágenes sin servir a un propósito estilístico onanista ni anular la personalidad intrínseca de su película: desde El corazón de las tinieblas (1899) a Apocalypse Now (1979) pasando por clásicos como El tesoro de Sierra Madre (1948) y el cine de Sam Peckinpah. Por todo ello, pese a que en momentos decisivos le pierdan las metáforas fáciles, Los reyes del mundo es una película con pulso y una intención política verosímil, que pone difícil concluir su visionado con un mero encogimiento de hombros.

  • Fotografía: David Gallego
  • Montaje: Sebastián Hernández, Gustavo Vasco
  • Música: Leonardo Heiblum, Alexis Ruiz
  • Distribuidora: BTeam Pictures