Shirley

Shirley

  • Dirección: Josephine Decker
  • Guion: Sarah Gubbins (Basado en la novela de Susan Scarf Merrell)
  • Intérpretes: Elisabeth Moss, Odessa Young, Logan Lerman, Michael Stuhlbarg
  • Género: Drama
  • 107 minutos
  • En Movistar+ y Filmin desde el 12 de marzo

Una famosa escritora de terror encuentra la inspiración para su siguiente libro después de que ella y su marido acojan a una joven pareja.

Por Fran Gayo

En 1951 Shirley Jackson es ya un fenómeno social en su país, su cuento “La lotería” la ha convertido en una extraña mezcla de celebridad y atracción de feria, su nómina de detractores es generosa así como el número de suscripciones que The New Yorker pierde tras la publicación del fundacional relato, y su salud empieza a dar muestra de una serie de achaques que irán acentuándose gravemente con el paso de los años. 

La caligrafía crispada y con permanentes fugas a la irrealidad que ha sido característica del cine de Decker acaba constituyendo un lugar de encuentro y comunión con las formas en la escritura de Jackson, su horror de lo doméstico.

En este contexto Jackson empieza a trabajar en “Hangsaman”, drama psicológico basado en el caso real de una estudiante desaparecida en el Bennington College a mediados de los años 40. Shirley, quinto largometraje de la cineasta Josephine Decker, recrea este momento acotado en la vida de Jackson, la aparición de esa idea, el trabajo de investigación y escritura y la catarsis final tras un proceso creativo especialmente doloroso. Para ello Decker toma como fuente directa una novela de ficción (cabe subrayarlo) de Susan Scarf Merrell y publicada en 2014. Sirva esto para insistir en que el film de Decker no es un biopic fallido ni sui generis ni nada parecido, es sin más la adaptación personal que la directora de Madeline’s Madeline hace de un texto plagado de hechos y personajes ficticios (el joven matrimonio coprotagonista sin ir más lejos) amalgamados con otros que sí corresponden a lo que fue la realidad de la vida de la escritora.

Y el gran hallazgo del film, más que en las interpretaciones o la recreación histórica o el trabajo de luz, reside en el tono, en la enunciación de la película, en esa caligrafía crispada y con permanentes fugas a la irrealidad que ha sido característica del cine de Decker desde sus primeros films, una caligrafía que acaba constituyendo un lugar de encuentro y comunión con las formas en la escritura de Jackson, ese horror de lo doméstico que se vio ejemplarmente capturado en relatos prodigiosos como “La muela”, “El amante demoníaco” o “Charles” donde los hechos cotidianos van progresivamente dejando de hacer pie para sumergirse en una fabulación plagada de alucinaciones y amenazas.

  • Fotografía: Sturla Brandth Grøvlen
  • Montaje: David Barker
  • Música: Tamar-Kali Brown
  • Premios: Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance 2020