Secretos de un escándalo

  • V. O.: May December
  • Dirección: Todd Haynes
  • Guion: Samy Burch
  • Intérpretes: Natalie Portman, Julianne Moore, Charles Melton, Cory Michael Smith…
  • País: EEUU
  • Género: Drama
  • 113 minutos
  • Ya en cines

«Veinte años después de que el mediático romance entre Gracie Atherton-Yu y su joven marido Joe escandalizara al país, con sus hijos a punto de graduarse en el instituto, se va a rodar una película sobre su historia. La actriz Elizabeth Berry pasará un tiempo con la familia para intentar entender mejor a Gracie, a la que va a interpretar, provocando que la dinámica familiar se deshaga bajo la presión de la mirada exterior.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Si hace unas semanas celebramos el reencuentro del director Alexander Payne y el actor Paul Giamatti en Los que se quedan (2023), toca ahora hacer lo mismo con Secretos de un escándalo, que reúne a lo grande a Julianne Moore y Todd Haynes tras las colaboraciones previas más destacables de actriz y realizador: Safe (1995) y Lejos del cielo (2002). Lo interesante en el caso de Moore y Haynes es que sus películas conjuntas son tratados en toda regla sobre las estructuras hegemónicas y las corrientes ocultas de la sociedad estadounidense durante las décadas a que se remiten. Por lo tanto, las soluciones formales de Haynes trascienden el ejercicio de cinefilia referencial para subvertir los constructos audiovisuales asociados a la moral imperante en cada momento histórico, perspectivas distanciadas de espíritu queer y feminista mediante.

Safe criticaba la moral conservadora y profiláctica de los años ochenta con una puesta en escena que revelaba la cárcel en que estaba recluida el ama de casa suburbial encarnada por Moore. Lejos del cielo resignificaba la atmósfera de represión y estallidos ocasionales de emoción propia del melodrama esteticista gestado por Hollywood en los años cincuenta. En cuanto a Secretos de un escándalo, es una ficción, pero tiene su origen en hechos reales sujetos al sensacionalismo periodístico que eclosionó en los noventa.

Como consecuencia, sus imágenes abarcan hasta tres niveles de lectura: el correspondiente a la exposición mediática en que han quedado atrapados Gracie (Moore) y Joe Yoo (Charles Melton) desde que en 1992 la primera sedujo al segundo siendo un adolescente; el que atañe a la investigación del suceso que lleva a cabo en 2015 la estrella de cine Elizabeth Berry (Natalie Portman) a fin de recrear en una producción de Hollywood el romance entre el estudiante y el ama de casa y la pena de prisión que hubo de afrontar esta; y las realidades perturbadoras que se nos descubren poco a poco bajo las imposturas de la actriz y de la familia formada con los años por Joe y Gracie.

Podría pensarse ante esta variedad de lecturas que Secretos de un escándalo es una película densa, pero ocurre todo lo contrario: la fluidez del relato, acentuada por un trabajo de dirección y montaje sosegado, estoico, es absoluta; hasta el punto de desconcertar, si no se perciben las continuas cargas de profundidad que estallan ante nuestros ojos y que arrasan con los lugares comunes asignados a la(s) representacion(es) de la cotidianidad. En línea con muchos de sus anteriores trabajos, Haynes concluye que toda forma de aproximación cinematográfica a la realidad es una farsa si la ficción no se atreve a honrar las vertientes más esquivas, ignoradas, ambiguas, de la naturaleza humana.

La victoria moral en Secretos de un escándalo del monstruo, de Gracie —la Julianne Moore más pletórica de los últimos veinte años—, se debe menos a sus propios méritos que a los deméritos de quienes la rodean, y nos recuerda que el cine de Haynes siempre ha tendido a plasmar en imágenes el pensamiento de Friedrich Nietzsche en torno a la continua mala interpretación de los pensamientos profundos, indescifrables, a golpe de prejuicios, superficialidad y máscaras. Esta visión adulta de la existencia y la moral de la representación es hoy por hoy más radical que nunca. Resulta lógico que Secretos de un escándalo esté saliendo mal parada en las entregas de galardones que tienen lugar por estas fechas. La mayor parte de las películas destacadas en los premios de 2023 son equiparables al último plano de la película que nos ocupa, comentario meta de punzante crueldad sobre las carencias de la ficción para invocar la verdad cuando todos sus presupuestos creativos se han basado en quedar bien, en transigir con la mentira.

  • Montaje: Affonso Gonçalves
  • Fotografía: Christopher Blauvelt
  • Música: Marcelo Zarvos
  • Distribuidora: Diamond Films