Argylle

  • V. O.: Argylle
  • Dirección: Matthew Vaughn
  • Guion: Jason Fuchs (Novela: Ellie Conway)
  • Intérpretes: Bryce Dallas Howard, Henry Cavill, Sam Rockwell, Bryan Cranston, Dua Lipa, John Cena, Samuel L. Jackson
  • País: Reino Unido
  • Género: Acción, comedia
  • 139 minutos
  • Ya en cines

«Cuando las tramas de sus libros empiezan a parecerse demasiado a las actividades de un siniestro sindicato clandestino, la introvertida autora de novelas de espías Elly Conway y su gato se ven inmersos en el verdadero mundo del espionaje… donde nada, ni nadie, es lo que parece.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Tras el fiasco crítico y económico de The King’s Man: La primera misión, su propuesta más ambiciosa y una de las mejores películas estrenadas en los últimos años, el director británico Matthew Vaughn parece darse un respiro con Argylle, divertimento centrado en una novelista cuyas tramas de espionaje se descubren menos fantasiosas de lo que pensaba. Una película que, por primera vez desde su ópera prima, Layer Cake (2004), no ha contado de forma obvia con Vaughn como guionista.

Pero Argylle se revela poco a poco un engranaje más del universo del realizador. Y no solo porque abunde en guiños a sus películas previas y llegue a imbricarse con desvergüenza en su saga más conocida, Kingsman (2014-). Vaughn exacerba además el espíritu meta-pop característico de su cine hasta forjar un relato con varios niveles de lectura, comentarios socioculturales brillantes sobre el papel que juegan la imaginación y la creatividad en la comprensión de nuestra identidad y el mundo que nos rodea, y un repaso tan irónico como enciclopédico a los mil y un tópicos del cine de espías pasado y presente.

Todas estas capas de sentido llegan a pesar en algunos momentos del dilatado metraje, al que tampoco benefician unos efectos visuales más dignos de una falsa superproducción de plataformas que de un blockbuster cinematográfico de presupuesto cifrado en doscientos millones de dólares. Pero son problemas disculpables si tenemos en cuenta la enorme cantidad de detalles ingeniosos que jalonan la aventura de Elly Conway (Bryce Dallas Howard) en pos de sí misma, y, sobre todo, una puesta en escena de Vaughn que es una auténtica fiesta, incluso con algunas chapucerías de montaje.

Hay muy pocos directores actuales tan capaces cómo él de sublimar fallos de escritura, realzar los discursos y las paradojas de la ficción y arrancar la carcajada y el sense of wonder con tanta jovialidad y con un arsenal tan desprejuiciado de recursos formales. Recursos que van en Argylle desde lo sencillo —los fundidos en negro y los encadenados— a set pieces articuladas en base a una combinación minuciosa de puntos de vista y estados de conciencia —la pelea en el tren, el desciframiento de la información codificada— y otras absolutamente enloquecidas, como la del baile/tiroteo entre humo de colores y la que sigue, el patinaje sobre petróleo. Las películas de Vaughn siempre dan más de lo que se espera de ellas, hasta el punto del exceso, y eso le honra en una época tan miserable en todos los aspectos como la que vivimos.

Si a esa generosidad, esa alegría, le sumamos la mejor interpretación de Bryce Dallas Howard hasta la fecha, una resurrección gloriosa de Sam Rockwell tras dos o tres años en el dique seco, y una historia de amor entre los personajes encarnados por una y otro llena de ternura, no importa que los temas más trascendentes sean pasados por alto o se consideren fallidos. Como la reciente Operación Fortune: El gran engaño (2022), de su colega Guy Ritchie, Argylle es una película menor en la filmografía de Matthew Vaughn y, aun así, resulta una auténtica gozada.

  • Montaje: Tom Harrison-Read, Lee Smith
  • Fotografía: George Richmond, Daniel Ilabaca
  • Música: Lorne Balfe
  • Distribuidora: Universal Pictures