Five Nights at Freddy’s

  • Dirección: Emma Tammi
  • Guion: Scott Cawthon, Seth Cuddeback, Emma Tammi (Basado en el videojuego original de Scott Cawthon)
  • Intérpretes: Josh Hutcherson, Matthew Lillard, Mary Stuart Masterson, Piper Rubio
  • País: EEUU
  • Género: Terror
  • 110 minutos
  • Ya en cines

«Un hombre comienza un trabajo como guardia de seguridad nocturno en el restaurante Freddy Fazbear’s Pizza, donde descubre que los animatrónicos se mueven por la noche y matan a cualquiera que vean.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Puede que Five Nights at Freddy’s sea tan mala como ha decretado una parte considerable de la crítica estadounidense. Pero también es decididamente extraña. Su origen es el primero de una exitosa serie de videojuegos de terror con los que el diseñador Scott Cawthon viene subvirtiendo desde 2014 imaginarios asociados a la infancia. Entre ellos, la animatrónica y los locales de comida rápida y esparcimiento. Sin embargo, la película está lejos de adaptar —y de adaptarse—  a las dinámicas del juego: la visión subjetiva, un único escenario, el recurso a un circuito de videovigilancia.

Cualquiera de dichos aspectos, y no digamos todos ellos combinados, tenían el potencial de derivar en una película de terror estupenda. Five Nights at Freddy’s no cede a esa tentación. Pese a que el núcleo de la acción también radica en el restaurante familiar ruinoso vigilado por el guardia de seguridad Mike Schmidt (Josh Hutcherson) y en la amenaza representada por las mascotas del local —que han cobrado vida al albergar las almas de niños asesinados (sic)—, la guionista y directora Emma Tammi prefiere fijar su atención en el entorno cotidiano de Mike.

Descubrimos así que el joven se ha obsesionado con la desaparición años atrás de uno de sus hermanos, está a punto de perder la custodia de su hermana restante, Abby (Piper Rubio), y se desenvuelve en los límites de la marginalidad. Hay motivos para pensar que Emma Tammi ha considerado arriesgado un ejercicio de estilo en base a las características del videojuego. Que ha preferido, guiños y easter eggs aparte, escorar la historia hacia el drama, con el ojo puesto además en tres registros más o menos infalibles en los últimos años: la literatura de Stephen King, la serie televisiva Stranger Things (2016-) y el cine del trauma.

Y, sin dejar de ser eso cierto, como delatan las (excesivas) regresiones oníricas de Mike al día en que desapareció su hermano, el espíritu kitsch que preside ciertos escenarios y la (confusa) interacción entre horrores sobrenaturales y mundanos, Five Nights at Freddy’s acaba por adquirir personalidad propia. Y se basa en el hecho de que, pese a secuencias tan logradas como aquella en la que un grupo de vándalos sufre las iras de las mascotas del restaurante, durante la mayor parte de su metraje no es una película de terror.

Como el primer largometraje de ficción realizado por Tammi, El viento (2018), Five Nights at Freddy’s constituye en realidad una apuesta por la congoja; por la inducción en el público de un sentimiento de pesadumbre tan asfixiante que, cuando hacen acto de aparición el terror o el weird —véase la amistad momentánea entre los hermanos Schmidt y las mascotas—, ello supone un alivio. Los desolados interiores y exteriores, la fotografía cenicienta de Lyn Moncrief, el reducido número de personajes y la angustia que ensombrece con frecuencia sus rostros, se las arreglan para invocar un malestar que trasciende además el ámbito puro de la ficción para dirigir una mirada pesarosa hacia el colapso de la sociedad estadounidense y los sueños envenenados de tiempos más felices.

No cabe negar que el minimalismo de la propuesta tiene que ver también con el ajustado presupuesto que ha asignado Blumhouse a Tammi, a veces contraproducente para las imágenes. Y, por otra parte, es una pena que, con las escasas adaptaciones cinematográficas de videojuegos que se realizan en comparación a su popularidad actual, para una que nos llega resulta que no tiene ningún interés en experimentar con las relaciones entre los lenguajes de uno y otro medio. Pero, entendida en sus propios términos, Five Nights at Freddy’s es una película estimable. No merece a nuestro juicio el varapalo crítico de que está siendo objeto.

  • Montaje: William Paley, Andrew Wesman
  • Fotografía: Lyn Moncrief
  • Música: The Newton Brothers
  • Distribuidora: Universal Pictures