Clara sola

  • Dirección: Nathalie Álvarez Mesén
  • Guion: Maria Camila Arias, Nathalie Álvarez Mesén
  • Intérpretes: Wendy Chinchilla, Daniel Castañeda, Ana Julia Porras, Flor Vargas
  • Género: Drama
  • País: Costa Rica
  • 106 minutos
  • Ya en salas

«En un pueblo remoto de Costa Rica, Clara, una mujer introvertida de 40 años, experimenta un despertar sexual y místico que supondrá el comienzo de un viaje que le liberará de las convenciones sociales y religiosas que tanto le han reprimido a lo largo de su vida. »

Clara Sola, ópera prima costarricense, es una obra sensorial y liberadora teñida de realismo mágico. En perpetua proximidad con la naturaleza circundante, su heroína se libera poco a poco de sus ataduras.

Con una cámara subjetiva que nos sitúa en el punto de vista de un caballo desde el primer plano, Clara Sola asume inmediatamente su parte animal. La flora y la fauna que rodean la casa de la familia centran la atención del público y del personaje principal. Clara (la fantástica Wendy Chinchilla Araya) es una mujer magnética y muda de 40 años que vive con su madre y su sobrina. Paulatinamente va quedando claro que los cuidados y la atención de la matriarca hacia ella son instrumentales, más que la protección que pueda necesitar. Clara actúa de forma diferente, tiene mal la espalda y una mente salvaje. Dicen que hace milagros, pero se niegan a tratarla por curar a otros.

Se dice que ha visto a la Virgen y se convierte casi en una santa. Por lo tanto, hay que mantenerla alejada del mundo y de sus tentaciones, especialmente las carnales, de las que solo conoce lo que le muestran las telenovelas. En ese ambiente doméstico cargado de religiosidad, Nathalie Álvarez Mesén nos recuerda la proximidad de la exuberante selva a través de ruidos que se repiten periódicamente. El bosque, al que se mira repetidamente a través de la ventana, tiene todos los ingredientes de un cuento de hadas. Es un objeto de fascinación y de prohibición para la heroína, que permanece en una reclusión casi monástica. No puede ir más allá del perímetro delimitado alrededor de la casa por trozos de tela púrpura, la materialización espacial de su confinamiento social. Entonces, ¿quién es el animal cuando es a ella la que excluyen?

Clara en el baile del diablo

Clara no parece distinguir entre sus relaciones humanas y su apego a Yuca, la yegua blanca de la finca. Habla con ella y se siente escuchada, por lo que se empieza a sospechar que posee un don. El caballo se convierte en objeto de los celos de María, su sobrina. Cuando Santiago toma prestado el animal para transportar a los turistas, ninguna de las dos se muestra indiferente al encanto del hombre. María se las arregla para tener relaciones a escondidas con el guapo guía, pero para Clara es una cuestión de secreto: Fresia, su madre, le unta los dedos con guindilla en cuanto la pilla tocándose. Solo en el bosque, entre las raíces de un árbol, entre las luciérnagas, puede por fin poner fin a su frustración gozando con la mano llena de tierra; el clímax de una relación carnal con la naturaleza circundante.

Clara está conectada con los vivos, pero constantemente se ve devuelta a la dura realidad del conservadurismo de su madre. A menudo incomprendida, llega a reproducir su encierro teniendo cautivo un escarabajo. El escarabajo muere. Pero Clara, con un soplo en su caparazón, lo resucita. En el vuelo post mortem de ese insecto, la película consagra su dimensión poética y naturalista, en el sentido científico del término. También es un punto de inflexión para la heroína, que da la vuelta a su estigma. Junto a Santiago, trastoca el simbolismo religioso al compartir un bautismo sensual, o al morder clavos, tradicionalmente asociados a la crucifixión. Su constante anclaje a los elementos que la rodean la relaciona con una famosa figura ecofeminista, la bruja. Pero la herencia mágica, incluso maligna, también es cinematográfica. En la tradición de Carrie, de Brian De Palma, Clara necesita un baile para liberarse del yugo familiar. Si su mundo se derrumba, toda la tierra temblará. Victor Courgeon

  • Fotografía: Sophie Winqvist
  • Montaje: Marie-Hélène Dozo, Natalia Solórzano
  • Música: Ruben De Gheselle
  • Distribuidora: Atera Films