Ninja Turtles: Caos mutante

  • V.O.: Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem
  • Dirección: Jeff Rowe, Kyler Spears
  • Guion: Seth Rogen, Evan Goldberg, Dan Hernandez, Benji Samit, Jeff Rowe
  • Género: Aventuras, comedia
  • País: EEUU
  • 99 minutos
  • Ya en salas

«Después de pasar años apartados del mundo humano, los hermanos Tortuga se proponen ganarse el corazón de los habitantes de Nueva York y que les acepten como quinceañeros normales, llevando a cabo actos heroicos. Su amiga April O’Neil les ayuda a enfrentarse a un misterioso sindicato del crimen, pero pronto se ven superados ante el ataque de un ejército de mutantes que se abalanza sobre ellos.»

Por Elisa McCausland y Diego Salgado

Como Fast & Furioux X (2023), Transformers: El despertar de las bestias (2023), Indiana Jones y el Dial del Destino (2023) y Misión: Imposible: Sentencia Mortal – Parte 1 (2023), esta nueva aproximación animada a los personajes de cómic creados en 1984 por Kevin Eastman y Peter Laird ha fracasado a la hora de revalidar en la taquilla estadounidense el atractivo de personajes/marcas con una larga trayectoria a sus espaldas.

Sin embargo, Ninja Turtles: Caos Mutante es la película más satisfactoria de todas las citadas por no simular una alteración de su naturaleza sin consecuencias reales en la práctica, deudora de una concepción envenenada de la pureza y la nostalgia; por el contrario, su fidelidad al espíritu bastardo de las tortugas humanoides que, cuando no luchan contra el mal desde su guarida en el alcantarillado de Nueva York están devorando pizza, es absoluta, y de ello se deduce un juego de resonancias, novedades y paradojas muy estimulante.

Recordemos que las Tortugas Ninja nacieron como parodia posmoderna de los tópicos habituales en el cómic y el audiovisual de acción y aventuras —incluidos los superhéroes—, así como de la mentalidad adolescente de sus lectores; y que, en un giro típicamente posmoderno de los acontecimientos, devinieron un enorme éxito, que ha dado lugar hasta la fecha a infinidad de cómics, series de animación y en imagen real, videojuegos, juguetes y merchandising de todo tipo y, por supuesto, hasta siete películas, contando la presente, de calidad media más que aceptable.

Las Tortugas Ninja, por lo tanto, han establecido siempre con la cultura popular una relación tan cómplice como (auto)crítica, cifrada, a juicio de Richard Rosenbaum, en una adaptación de sus rasgos a cada presente que no se basa en la servidumbre bajo las apariencias a un ADN determinado sino en el reconocimiento de que la esencia del ser, del mito, radica en su mutabilidad incesante.

De hecho, Ninja Turtles: Caos Mutante experimenta sin miedo con un amplio espectro de sensibilidades diferentes, podríamos decir incluso que antagónicas: desde la recuperación de la ciudad y sus bastidores como ente vivo, depositario de la fragilidad humana, y como escenario potencial de la gentrificación, al humor tardoadolescente y descreído de Seth Rogen y sus colegas cuarentones a la hora de retratar a la juventud del siglo XXI, pasando por las reflexiones sutiles sobre la viabilidad de la cultura popular de antaño —lúdica, sin complejos, en cierta medida punk— en tiempos más amigos de lo inclusivo, lo sobreexplicativo y lo didáctico; en algunos momentos Ninja Turtles: Caos Mutante parece, como Spider-Man: Un nuevo universo (2018) y su secuela, un cursillo de introducción a la paternidad responsable para millennials desorientados. 

Todos estos factores funcionan en pantalla de modo casi siempre armónico gracias a dos aspectos. El primero es el cariño prestado a los personajes a golpe de pequeños detalles que violentan los estereotipos, el arrojo a la hora de abordar las dinámicas familiares desde el sentimentalismo, y un magnífico reparto de voces que incluye a Rose Byrne, John Cena, Ice Cube, Jackie Chan y el propio Seth Rogen. El segundo es una animación coordinada por Jeff Rowe que, como en el caso el de la saga Spider-Verse, confía su espectacularidad a la superposición continua de efectos sobre el motor gráfico de la narración, si bien con un mayor rigor y con una estética primitivista que remite de cabeza a los cómics de Eastman y Laird.

En resumidas cuentas, Ninja Turtles: Caos Mutante es una propuesta que fantasea con la idea de haber sido realizada hace cuatro décadas, cuando todo era más inclemente y sencillo —también la cultura popular— pero que ha tenido la lucidez suficiente como para saber que su interés pasaba por interpretar ese pasado desde un presente que tiene a su disposición sus propias herramientas expresivas y discursivas. La mejor película de este verano.

  • Montaje: Greg Levitan
  • Fotografía: Kent Seki
  • Música: Trent Reznor, Atticus Ross
  • Distribuidora: Paramount Pictures